17th September. The launderette.
Me levanté tempranito para llegar temprano al examen este de nivel de inglés y vi a Philippa más cabreada que un mandril diciéndome que alguien le había escondido uno de los capachos de la basura, posiblemente el vecino con el que tuvo la discusión la noche antes.
La dejé con sus gilipolleces, y me fui para la uni. Antes de entrar al examen estuve hablando con una profesora que se encargaba de orientar a la gente que no tenía claro el nivel que quería hacer y me recomendó que hiciese el FCE (First Certificate English), lo que no me dejó muy contento, porque mi idea era intentar el CAE (Certificate in Advanced English), pero le hice caso y me metí al First. El caso es que lo vi bastante facilote salvo por la conversación, como de costumbre.
Cuando terminé me fui un rato para la uni y estuve reinstalando programas. Chunmin se trajo un CD muy majo de Windows que es autoarrancable y que carga el Sistema Operativo desde el CD (algo así como el Knoppix ese que le gusta a Guille). Estuvo intentando demostrarme que lo podía haber arreglado sin reinstalar el sistema, pero la verdad es que parecía que no tenía ni puñetera idea de lo que estaba haciendo. Eso sí, el CD me lo grabé, que parecía muy interesante. La única pega es que está en chino, pero por los iconos puedes saber lo que estás haciendo (mas o menos ). Al final le despedí, porque se iba de viaje a los USA a un congreso y a hacer un poco el turista.
Después de comer me fui a hacer la colada por primera vez a la lavandería, que está en una de las residencias del campus, Glenomena, que es para estudiantes de doctorado. Antes de que me digáis que soy un guarro que sólo lavo una vez al mes, recordad que había lavado en casa de la Madame Butterfly que tengo por casera. En la lavandería conocía una chica holandesa que se llama Femke, que me estuvo explicando cómo funcionaban las lavadoras aquellas, ya que no tienen el sitio éste para poner el suavizante y el detergente, sino que lo tienes que echar con la ropa, y el programa de lavado que tenía que seleccionar, (¿Alguien sabe qué es eso de permanent press?). Y también conocí a Sofía y Marta, dos galleguiñas la mar de simpáticas que están haciendo un master de, ojo al dato, literatura española en Dublín. Manda huevos (o ‘bollocks’ como dicen por aquí). Estuve un buen rato hablando con ellas y me invitaron a una fiesta en su residencia la semana siguiente.
Tampoco fue tan terrible lo de hacer la colada en la lavandería, si no fuese porque me lleva 30 minutos ir andando hasta ella, lo que hace una hora andando, 40 minutos para el lavado y otros 40 para el secado. Al final son más de dos horas y media perdidas en llevar la puta ropa. Total, que como me había llevado tantísimo tiempo, llegaba extra tarde a casa de Valentine, que nos había invitado a cenar a los peruanos y a mí. Me pasé por el TESCO que tenía de camino porque tenía que llevar el postre y compre una tarta de chocolate y mascarpone que estaba de chuparse los dedos.
Llegué como una hora tarde, más o menos, así que llegué justo cuando la comida estaba preparada :D A mesa puesta que lo llaman algunos. Cenamos espaguetis con carne, tomate y champiñones, y les salió de chuparse los dedos. Todo regado con un vino rosado de California que estaba lujurioso total. Mu rico, mu rico. Una cena estupenda.
Después estuvimos contando chistes (yo conté el de la Budweiser, jajaja) y riéndonos del partido de rugby que estaban echando por la tele. Me fui pronto a casa, porque al día siguiente Guillermo y yo nos íbamos a Howth con Florence. De hecho, Guillermo se iba a primera hora con Valentine a la misa esa protestante que está empeñado en que vaya algún día.
La dejé con sus gilipolleces, y me fui para la uni. Antes de entrar al examen estuve hablando con una profesora que se encargaba de orientar a la gente que no tenía claro el nivel que quería hacer y me recomendó que hiciese el FCE (First Certificate English), lo que no me dejó muy contento, porque mi idea era intentar el CAE (Certificate in Advanced English), pero le hice caso y me metí al First. El caso es que lo vi bastante facilote salvo por la conversación, como de costumbre.
Cuando terminé me fui un rato para la uni y estuve reinstalando programas. Chunmin se trajo un CD muy majo de Windows que es autoarrancable y que carga el Sistema Operativo desde el CD (algo así como el Knoppix ese que le gusta a Guille). Estuvo intentando demostrarme que lo podía haber arreglado sin reinstalar el sistema, pero la verdad es que parecía que no tenía ni puñetera idea de lo que estaba haciendo. Eso sí, el CD me lo grabé, que parecía muy interesante. La única pega es que está en chino, pero por los iconos puedes saber lo que estás haciendo (mas o menos ). Al final le despedí, porque se iba de viaje a los USA a un congreso y a hacer un poco el turista.
Después de comer me fui a hacer la colada por primera vez a la lavandería, que está en una de las residencias del campus, Glenomena, que es para estudiantes de doctorado. Antes de que me digáis que soy un guarro que sólo lavo una vez al mes, recordad que había lavado en casa de la Madame Butterfly que tengo por casera. En la lavandería conocía una chica holandesa que se llama Femke, que me estuvo explicando cómo funcionaban las lavadoras aquellas, ya que no tienen el sitio éste para poner el suavizante y el detergente, sino que lo tienes que echar con la ropa, y el programa de lavado que tenía que seleccionar, (¿Alguien sabe qué es eso de permanent press?). Y también conocí a Sofía y Marta, dos galleguiñas la mar de simpáticas que están haciendo un master de, ojo al dato, literatura española en Dublín. Manda huevos (o ‘bollocks’ como dicen por aquí). Estuve un buen rato hablando con ellas y me invitaron a una fiesta en su residencia la semana siguiente.
Tampoco fue tan terrible lo de hacer la colada en la lavandería, si no fuese porque me lleva 30 minutos ir andando hasta ella, lo que hace una hora andando, 40 minutos para el lavado y otros 40 para el secado. Al final son más de dos horas y media perdidas en llevar la puta ropa. Total, que como me había llevado tantísimo tiempo, llegaba extra tarde a casa de Valentine, que nos había invitado a cenar a los peruanos y a mí. Me pasé por el TESCO que tenía de camino porque tenía que llevar el postre y compre una tarta de chocolate y mascarpone que estaba de chuparse los dedos.
Llegué como una hora tarde, más o menos, así que llegué justo cuando la comida estaba preparada :D A mesa puesta que lo llaman algunos. Cenamos espaguetis con carne, tomate y champiñones, y les salió de chuparse los dedos. Todo regado con un vino rosado de California que estaba lujurioso total. Mu rico, mu rico. Una cena estupenda.
Después estuvimos contando chistes (yo conté el de la Budweiser, jajaja) y riéndonos del partido de rugby que estaban echando por la tele. Me fui pronto a casa, porque al día siguiente Guillermo y yo nos íbamos a Howth con Florence. De hecho, Guillermo se iba a primera hora con Valentine a la misa esa protestante que está empeñado en que vaya algún día.
